sábado, 9 de abril de 2011

El telescopio espacial Kepler, de la NASA, logra captar la 'música' de las estrellas


El telescopio espacial Kepler, de la NASA, ha logrado captar las vibraciones sonoras que emiten las estrellas de la constelación hacia la que dirige su lente, la Cygnus-Lyra, en la Vía Láctea. Los espectros que ha enviado a la Tierra han permitido identificar una población de 500 estrellas del mismo tipo que el Sol.
Antes del lanzamiento del Kepler, en 2009, sólo se conocían unas 25 estrellas como el Sol en la galaxia, dado que la atmósfera terrestre impedía detectarlas, pero eso cambió con el telescopio espacial, cuya misión básica es encontrar planetas susceptibles de ser habitados.
Pero sus datos están dando más resultados que los esperados para la astrofísica. Con el hallazgo de estos soles, publicado en la revista 'Science' esta semana, no solo se conocerán mejor los procesos de formación y evolución de las estrellas, sino que sus conclusiones pueden cambiar algunas de las teorías mejor asentadas en la comunidad científica.
Lo que Kepler ha captado son variaciones minúsculas en el brillo estelar que son la manifestación de oscilaciones o vibraciones que se producen por ondas acústicas -sonido- atrapadas en el interior de las estrellas.
Antoni Jiménez, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y uno de los dos coautores españoles, junto a Clara Régulo, lo explica con una metáfora musical: "El espectro de vibración de un violín es distinto al de un saxofón u otro instrumento. Escuchando la música podemos identicar qué instrumento es y del mismo modo, escuchando los sonidos de las estrellas podemos conocer sus características".
Fuentes y leer resto de la noticia El telescopio espacial Kepler, de la NASA, ha logrado captar las vibraciones sonoras que emiten las estrellas de la constelación hacia la que dirige su lente, la Cygnus-Lyra, en la Vía Láctea. Los espectros que ha enviado a la Tierra han permitido identificar una población de 500 estrellas del mismo tipo que el Sol.
Antes del lanzamiento del Kepler, en 2009, sólo se conocían unas 25 estrellas como el Sol en la galaxia, dado que la atmósfera terrestre impedía detectarlas, pero eso cambió con el telescopio espacial, cuya misión básica es encontrar planetas susceptibles de ser habitados.
Pero sus datos están dando más resultados que los esperados para la astrofísica. Con el hallazgo de estos soles, publicado en la revista 'Science' esta semana, no solo se conocerán mejor los procesos de formación y evolución de las estrellas, sino que sus conclusiones pueden cambiar algunas de las teorías mejor asentadas en la comunidad científica.
Lo que Kepler ha captado son variaciones minúsculas en el brillo estelar que son la manifestación de oscilaciones o vibraciones que se producen por ondas acústicas -sonido- atrapadas en el interior de las estrellas.
Antoni Jiménez, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y uno de los dos coautores españoles, junto a Clara Régulo, lo explica con una metáfora musical: "El espectro de vibración de un violín es distinto al de un saxofón u otro instrumento. Escuchando la música podemos identicar qué instrumento es y del mismo modo, escuchando los sonidos de las estrellas podemos conocer sus características".

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