jueves, 22 de diciembre de 2011

Una burbuja celestial intriga a los astrónomos

Una nueva imagen obtenida a partir del trabajo de varios telescopios ha revelado un «adorno» cósmico inusual. Se trata de un joven púlsar en los restos de una supernova situada en la Pequeña Nube de Magallanes, a 200.000 años luz de distancia. Esta sería la primera vez que un púlsar, una estrella de neutrones ultradensa que gira sobre sí misma a una velocidad endiablada emitiendo una radiación periódica, aparece en el remanente de una supernova en esa pequeña galaxia satélite de la Vía Láctea. Pero este púlsar es extraño por otro motivo. Si sus congéneres pueden girar hasta cientos de veces por segundo, el nuevo púlsar es muy perezoso: solo da la vuelta una vez cada 18 minutos.

En esta imagen compuesta, del observatorio de rayos X Chandra de la NASA y del XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) han sido coloreados en azul, mientras que los datos ópticos del Observatorio Inter-Americano de Cerro Tololo en Chile se han pintado de rojo y verde. El púlsar, conocido como SXP 1062, es el foco blanco brillante localizado en el lado derecho de la imagen (sobre estas líneas), en medio de una emisión azul difusa dentro de una cáscara roja.

Los difusos rayos X y la cáscara óptica son ambos evidencia del remanente de una supernova alrededor del púlsar. Los datos ópticos también muestran espectaculares formaciones de gas y polvo en una zona de formación de estrellas en el lado izquierdo de la imagen. Una comparación de la imagen de Chandra con las ópticas muestran que el púlsar tiene un compañero caliente y masivo.

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