Los cometas, esos antiguos cuerpos celestes considerados restos de la formación del Sistema Solar, son bastante sosos visualmente hasta que les toca acercarse al Sol, en su órbita muy elíptica. Entonces se encienden y son visibles en el cielo nocturno. Su larga y brillante cola fluorescente está formada por la materia que pierden al calentarse y, a pesar del pequeño tamaño de su núcleo (apenas 10 kilómetros), se calcula que sobreviven unos 1.000 pases por el Sol antes de apagarse para siempre.
Cómo cambia un cometa cada vez que se acerca al Sol es algo que no se conoce y lo que quiere investigar la nave Stardust, que el 15 de febrero (el 14 en Estados Unidos) tiene una cita con el cometa Tempel 1 a 337 millones de kilómetros de la Tierra. Además, este no es un cometa cualquiera sino el único que ha recibido el impacto de un proyectil terrestre (de 370 kilogramos), destinado a investigar su composición. Fue en julio de 2005 y lo disparó otra sonda espacial de la NASA, Deep Impact, que se aproximó a solo 300 kilómetros del núcleo.
Fuentes y leer toda la noticia aqui :www.elpais.com/articulo/futuro/primer/cometa/revisitado/e...
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